¿Quién determina cuando acaba lo viejo y empieza lo nuevo? No aparece en
el calendario, ni es un cumpleaños, ni un comienzo de un año nuevo. Es
un evento, grande o pequeño, algo que nos cambia. Es algo que nos da
esperanza, una nueva forma de vivir y ver el mundo. Una manera de soltar
las antiguas costumbres y memorias. Lo importante es no dejar de creer
que se puede tener un comienzo nuevo y que, entre todas las
dificultades, hay algo a lo que merece la pena agarrarse.
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