Estaba loco, pero a mi me encantaba su locura con esos aires maduros
que dejaban ver toda su niñez. Me hacía sentir libre, tan libre que ni
los pájaros podían verme volar. Cuando estábamos juntos era como si
nuestra historia fuera paralela a nuestra vida real.
Había una
fuerza sobrehumana que hacia que no pudiéramos mediar palabra que ambos
no podíamos decirnos nada, solo besarnos . Ese tipo de besos que te
atrapan, ese tipo de besos que no puedes contar a tus amigos, ese tipo
de besos que si me cortan ahora no podría sangrar, porque tienes la
sangre tan congelada que te cortaría ella a ti primero . Escondidos en
lugares donde nunca nadie pudiera encontrarnos. El amor no deberia ser
escondido.
Nadie en su
sano juicio podría no enamorarse de un loco. Un loco que te sorprende
después de trabajar, que no le importan los kilómetros recorridos porque
se los come y te deja sin nada. Un loco que es capaz de amarte incluso
en la distancia. De ese tipo de locos que atrapan, que transforma
realidades en noches.
Pensándolo fríamente podría parecer ser la
peor forma de demostrar a alguien tu amor por el , pero en nuestra
situación y a estas alturas ya no me daba miedo amar a un loco, porque
el hizo de mi vida una jodida locura.
Los ojos de Julieta
No hay comentarios:
Publicar un comentario