Ahora que cenicienta no encuentra ningún zapato, su príncipe, su inocencia le ha dado por el maltrato.
He sacado mi alma de esta cuarentena y he escuchado a mi boca decir: En paz con Dios, se terminó esta condena.
Hoy me asusta un poco el silencio. Quédate y déjame dormida. Mañana dolerá un poco menos".
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