Ser superdotado implica tener una edad mental muy superior a la normal (por ejemplo con 8 años y un CI de 130 la edad mental es de más de 10 años). Por esta razón los chicos superdotados aprenden a leer antes, tienen más desarrollado su vocabulario y su capacidad gramatical, y por ello muy a menudo los padres se sorprenden con el uso que hacen los niños muy pequeños de los tiempos verbales. También tienen más desarrollada su memoria, su capacidad de razonamiento lógico y en general su capacidad de aprendizaje.
La capacidad de aprendizaje de los superdotados hace que siempre vayan muy sobrados en los primeros años de escuela. No tienen ningún problema para aprender a leer, como decíamos, a menudo ya saben leer cuando empiezan el colegio, ni para aprender a sumar, multiplicar, etc. por lo que no suelen presentarse problemas prácticamente en toda la Primaria para obtener buenas notas o para ir aprobando en los casos de los más vagos. Como mucho los problemas se presentan por su aburrimiento y falta de motivación que les lleva a prestar poca atención en clase y en algunos casos a comportamientos disruptivos que resultan molestos para los profesores.
Los problemas suelen empezar en Tercero y Cuarto de la ESO. Los primeros cursos suelen transcurrir en la misma tónica de la Primaria: voy a clase, repaso un poco y apruebo. Pero cuando ya es necesario dedicar unas horas al estudio, en serio, los superdotados no saben hacerlo. No lo han hecho nunca, sus estrategias de repasar el último día dejan de funcionar y suspenden. Y empiezan los dramas familiares “No estudia nunca, es un vago”.
Los profesores también se dan cuenta a menudo de que lo que falla es el esfuerzo y no facilitan las cosas a los jóvenes, que por otra parte a menudo son bastante difíciles de llevar en clase. Y así si a otros chicos se les aprueba con un 4.8 a un superdotado con esa misma nota se le puede suspender.
Esto ocurre en plena adolescencia y se une a falta de autoestima por sentirse diferente y a menudo hace que los chicos entren en un círculo de falta de comprensión en su familia, con sus profesores, unido a su propio sentimiento de fracaso porque sus estrategias de estudio que hasta ese momento funcionaban ya no funcionan, lo que les lleva a menudo a sentirse menos inteligentes que los demás. En algunos casos, lamentablemente demasiado frecuentes, terminan abandonando. En la ESO, en Bachillerato, o en los primeros años de la carrera, no por su falta de capacidad, sino por no saber estudiar y por falta de confianza en sí mismos.
Además de trabajar en el colegio para evitar que aparezcan estos problemas, a menudo necesitan refuerzo personal, motivación y trabajar en técnicas de estudio. En El Mundo del Superdotado trabajamos con el Método Darwin para ayudarles a superar sus problemas, enseñarles técnicas de estudio específicas para superdotados y evitar el fracaso escolar.
Fuente: El mundo del Superdotado
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